Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
CRÓNICA DE LOS REINOS DE CHILE



Comentario

Capítulo XCI


Que trata de una manera de juego que tienen estos indios de Mapocho y todos los demás en esta comarca

Su manera de juego de estos indios es de esta manera: que en el suelo hacen una placita pequeña, y por una parte de ella hacen una raya como una "ce" al derecho y otra "ce" en contra al revés. Y en medio de estas dos "ces", digo en las cabezas, está un hoyuelo pequeño, y por las dos "ces" va por cada una de ellas diez hoyuelos más pequeños. Y ponen por ellos piedras o maíces o palos, de manera que difieren en la color los unos de los otros. Y desde fuera de este circuito hincan una varita de tres palmos y la cabeza de ella cae en medio de este circuito de las "ces". Hacen de una varita de mimbre una "o" atada allí, que será tan grande como una ajorca.

Siéntanse los que quieren jugar, que son dos o cuatro compañeros, y no pueden jugar más de cuatro. Y toman cuatro frísoles blancos, porque los hay de muchas colores y por la una parte los tornan negros, y échanlos por de dentro de la mimbre que está en alto, como ajorca que digo. Y en echándolos y en dándose con las manos en el pecho y en el muslo derecho, es todo uno, hablando en alto. Y caen abajo en la placita. Y si caen todos blancos, sube aquel que les echa cuatro casas, subiendo de la casa del cabo, para arriba do está la otra casa que digo que es mayor que éstas. E si echa todos negros, sube tres casas con la misma piedra que anda. Y si echa dos blancos y dos negros, anda una casa. E si echa uno negro o tres blancos, o tres negros e uno blanco, pierde la mano e juega el otro contrario, y sube de la misma manera conforme a lo que echa.

Y esta piedra que va caminando por las casas en que están las otras piedras, y si acierta a entrar en la casa mayor que dije de la cabeza de las "ces", pierde la mano. Estando allí gana aquella piedra al contrario. Y hecha ganancia, sale de allí hacia las piedras contrarias y prende a todas en cuantas casas entra con lo que ha echado. Y si estando en la casa grande pierde la piedra, es porque dicen ellos que es aquél el río y que se ahogó. Y torna a jugar con la otra del cabo que queda. Y si se la matan, con la otra del cabo, y ansí juegan. Y el que antes mata y echa fuera de sus casas las diez piedras contrarias, gana el precio que ponen.

Y éste es su juego y no tienen otro. Y son muy grandes tahúres, tanto, que muchas veces juegan las mujeres e hijos. Y ellas son muy tahúras de este juego y juegan lo que tienen.